César Ferrari, Ph. D.
Publicado en el El Espectador de Bogotá el 23 de septiembre 2009
Cuando la economía va mal y puede ir peor es el momento de actuar para mejorarla. El problema puede desconocerse por un tiempo. Pero sin medidas adecuadas, tarde o temprano, lo peor llegará.
El jueves 24 el DANE anunció que durante el segundo trimestre del 2008 la economía colombiana decayó 0.5% respecto al mismo periodo del año anterior completando tres trimestres seguidos de tasas negativas. Con ella cayeron inversión (-7.3%), exportaciones (-5.7%) y consumo de hogares (-0.7%) mientras aumentó el consumo gubernamental (0.9%).
Y si la tasa de cambio se sigue revaluando (23% respecto a marzo) y las tasas de interés continúan elevadas, la senda negativa continuará y el desempleo seguirá aumentando. Así no será posible encontrar nuevos mercados para sustituir a los de los vecinos, además se perderán otros.
En ese contexto, agravado por remesas declinantes y flujos de capitales privados significativamente negativos, resulta problemático superar los efectos de la crisis mundial. Si la industria de bienes transables no es competitiva, la expansión fiscal, aun siendo significativa, es insuficiente para superar el ciclo negativo. Beneficiará a los productores chinos pero no a los colombianos: los chinos se encargarán de satisfacer la mayor demanda de los consumidores. Por eso, mientras la construcción impulsada por las obras públicas (40.5%) creció 16.8%, la industria decreció 10.2%.
Y la revaluación ocurre por qué al reducirse los ingresos fiscales por la recesión, gran parte del déficit se está financiando con recursos externos que superan largamente el saldo negativo de la cuenta corriente y la salida de capitales privados.
El Banco Central debe actuar, como el chino: entre diciembre y junio pasados acumuló 185.6 mil millones de dólares adicionales de reservas internacionales… para crecer 8.1% en 2009 y 8.5% en 2010 (The Economist).
Publicado en el El Espectador de Bogotá el 23 de septiembre 2009
Cuando la economía va mal y puede ir peor es el momento de actuar para mejorarla. El problema puede desconocerse por un tiempo. Pero sin medidas adecuadas, tarde o temprano, lo peor llegará.
El jueves 24 el DANE anunció que durante el segundo trimestre del 2008 la economía colombiana decayó 0.5% respecto al mismo periodo del año anterior completando tres trimestres seguidos de tasas negativas. Con ella cayeron inversión (-7.3%), exportaciones (-5.7%) y consumo de hogares (-0.7%) mientras aumentó el consumo gubernamental (0.9%).
Y si la tasa de cambio se sigue revaluando (23% respecto a marzo) y las tasas de interés continúan elevadas, la senda negativa continuará y el desempleo seguirá aumentando. Así no será posible encontrar nuevos mercados para sustituir a los de los vecinos, además se perderán otros.
En ese contexto, agravado por remesas declinantes y flujos de capitales privados significativamente negativos, resulta problemático superar los efectos de la crisis mundial. Si la industria de bienes transables no es competitiva, la expansión fiscal, aun siendo significativa, es insuficiente para superar el ciclo negativo. Beneficiará a los productores chinos pero no a los colombianos: los chinos se encargarán de satisfacer la mayor demanda de los consumidores. Por eso, mientras la construcción impulsada por las obras públicas (40.5%) creció 16.8%, la industria decreció 10.2%.
Y la revaluación ocurre por qué al reducirse los ingresos fiscales por la recesión, gran parte del déficit se está financiando con recursos externos que superan largamente el saldo negativo de la cuenta corriente y la salida de capitales privados.
El Banco Central debe actuar, como el chino: entre diciembre y junio pasados acumuló 185.6 mil millones de dólares adicionales de reservas internacionales… para crecer 8.1% en 2009 y 8.5% en 2010 (The Economist).